Ganar y Perder
Son dos caras de la misma moneda. Es la jodida diferencia. El perder hace a la persona más débil, la victoria más fuerte. Cuánta razón la de Kipling al decir que ambos son impostores, que a los dos hay que recibirlos como tal y que son efímeros. En ganar consiste el juego pero ¿perder?.
¡Qué escriban la historia aquellos que pierden!
No habrá héroes, habrá fracasados. No habrá grandes gestas, habrá sabiduría. Porque ganar es probable, pero, perder es seguro. El perder es algo que va en el ADN del ser humano. Se puede perder en tantas cosas, se pueden perder a tantas cosas/personas. Se pierde en el amor, en el trabajo… Se pierde en aquello en lo que se juega, y no me juzguen ahora que les digo que la vida es un juego. Juguemos pues.¿Qué es perder?
Perder es besar el suelo, es darse de bruces con la realidad y es el mejor remedio para estabilizar los niveles de ego, bajar la mirada del hombro hasta situarla cara a cara (como hay que ir, como debe de ser). ¡Ah! El perder hará ver las cosas como son y valorar lo que se tiene/lo que se perdió. Y siempre mejor antes de tiempo porque sino ya se encargará él, si, el tiempo, ya saben.¿Y ahora qué?
Se ha perdido, estás perdido. Toca levantarse, ponerse recto, curarse las heridas, y volver a empezar. Pero, volver a empezar con una diferencia: la experiencia de la derrota. Aparecen cientos de preguntas, donde la clave está en acertar con la respuesta porque si usted no se cuestiona todo, será más difícil.¿Qué ha pasado?, ¿Por qué?, ¿Por qué a mí?, ¿Qué he hecho mal?
Preguntas
Jodida Ley de Murphy que dice que “la tostada siempre se cae del lado de la mantequilla”. Esta cuestión fue preguntada por un judío a un rabino. Después de meditar unos instantes, éste último le contestó “Hijo mío, ¿estás seguro de que untas la mantequilla del lado correcto?”. Existe la miopía de vida, porque el error se ha de mirar de todos los lados (los que se puedan y los que usted pueda/quiera ver) y luego los factores/personas del exterior. Pero, primero, usted y luego lo demás/los demás. Créame, esta es la única forma de poder avanzar al siguiente nivel.
Aprendizaje
Del ostión, mejor sin verlo ni esperarlo. Al menos, lector, le dejo, si quiere, que usted lo haya intuido. Que benévola la vida que no solo te da una segunda oportunidad sino que además te da una lección, o sea, que aprendes. Porque si, ya hay que ser rematadamente inútil (inútil sin vuelta) para no aprovechar la enseñanza que le brinda. Una cosa le digo y no me pida consejo, esa segunda oportunidad será mejor si el aprendizaje va dentro de su bagaje. Pero ya, i’ve said too much…