29 dic 2011

Cosas Que Harán Que Tu Madre Se Sienta Orgullosa

En el post anterior se decía, de manera pasiva, que los cambios en las personas y en su entorno son Ley de Vida. Esos cambios marcan nuestro presente y, sin ninguna duda, nuestro futuro. Lo dicho, hay una serie de acontecimientos que marcan y que harán que su madre se sienta orgullosa y realizada como tal, y son: terminar la carrera, encontrar un trabajo y casarse. No hay más. Además, con ello podrá su señora madre responder a la cotilla de turno con un "pues mi (nombre del hijo) es…”.

A continuación se citan cuáles son esos tres acontecimientos. Son los siguientes:

La carrera
Para las madres las carreras se diferencian en dos tipos: las carreras y las cosas modernas. Para una madre una carrera es Medicina, Derecho, Arquitectura y Maestro (Magisterio), o sea, las de antes. Las demás son carrerillas que no tiene ni idea ni de lo que son ni de que van. Cuánto más cerca éste su carrera de las primeras más orgullosa se sentirá. Si usted ha estudiado una de las modernas no se moleste en explicárselo, jamás lo entenderá.

El trabajo
Ardua tarea, difícil pero no complicado, llorones aparte, su trabajo será con lo que termine la frase del primer párrafo. Piense que usted ha sido su principal inversión en la vida, y de dicha inversión la mayor partida se lo ha llevado su -la suya querido lector- Educación, con el único fin de que encuentre un trabajo como Dios manda. Cuánto más dinero gane o un puesto alto ocupe mejor, más orgullosa se sentirá.

Pero donde una madre se siente realizada es en la boda de su primogénito, más aún si un hijo el que se casa porque ella será la madrina. Ese día radia orgullo y ella es la reina.

Las bodas
Lo peor de estos cambios/acontecimientos  son cuando vienen de nuevas y las que más marcan. Son como un puñetazo por sorpresa, sin esperarlo. Está usted tan tranquilo, pensando en sus cosas banales (fiestas, exámenes, rollos, sexo y demás), ya saben, disfrutando de un día normal y ¡zas!, de sopetón, sin avisar, un amigo/a le dice “me caso”, ahí lo llevas. Piensas/dices que será una broma pero no, ni mucho menos. De repente, tu situación espacio/tiempo cambia, y se pasan a ver las cosas desde otra perspectiva. Señores, esto va en serio.

Este tipo de eventos -las bodas-  permiten a familiares y amigos preguntarte por su estado civil. Esta pregunta adquiere su punto álgido en las bodas. La gente siempre le exigirá el siguiente nivel. Estas son las posibilidades a través de las preguntas/sugerencias que le harán.
  • Si usted está soltero, ¿cómo andas de novias/os? ¿Tienes novio/a? Ante la respuesta negativa, surgen los comentarios: Se te va a pasar el arroz, ya va siendo hora, o para los afortunados, eso es porque no quieres.
  • Si usted tiene pareja y no se han casado la pregunta será ¿y vosotros para cuándo?.
  • Si están casados, es ¿Cuándo vais a buscar el niño? O ¿Vais a por el niño?
  • Si usted tiene un hijo/a ¿La parejita, no? O ¿Le vais a dar un hermanito a “X”?.

Conclusión
Los cambios son Ley de Vida esto es así, es todo un ciclo, usted solo irá superando niveles. Solo una cosa, por su bien, haga sentir a su madre orgullosa de haberle tenido, porque madre no hay más que una.

22 dic 2011

Ley De Vida


Años y cambios inseparable pareja, compañeros de esta obra teatral que es la vida. Los años y su pasar provocan cambios, algunos in-esperados otros no-deseados. En un sociedad donde todo el mundo busca estar/aparentar siempre joven, aunque haya gente que se empeñe en parecerlo intelectualmente. En un mundo donde existe el Síndrome de Peter Pan, niños/as que son adultos pero no hombres, no mujeres.

Años y cambios, ambos inevitables. El tiempo, ese que da, ese que quita. En su transcurso hay personas que van, que viene, que van y vienen, y otras –las mejores– que se quedan. Personas a/con las cuales usted ve pasar el tiempo y son testigos de sus cambios. Este párrafo y el anterior se sentencian con un “Ley de Vida” que no es más que la Ley de la Vida.

Bye, Bye Juventud
En/a todas las edades se producen cambios y matizo que solo hablo de lo que conozco. Llega una edad, a los 25 (pocos años arriba, pocos años abajo) donde esos cambios comienzan a ser más drásticos, más importantes, con más responsabilidad y algunos con consecuencia para toda la vida. Algunos de los cuales no hay marcha atrás, un “no retorno”. Peor aún, la cosa no mejora, si le digo que es con esa edad cuando se empieza a ser consciente de que la juventud –su juventud– se va suicidando por cada esquina. Y para terminar este párrafo solo decirle que algunas cosas ya nunca volverán a ser como antes.

Precisamente, en esos años y con esa ley de vida, hay circunstancias, momentos y situaciones donde desubicado se pregunta “¿Qué hago aquí?” o dice que “Este no es mi sitio” y sin querer usted se da cuenta de que todo tiene un lugar y una edad, y sin querer ha encontrado el motor del cambio. La vida le ha enseñado cual es su Ley, en la que usted está a su merced, a su capricho. Es entonces cuando, se creerá que coge el toro por los cuernos y se lanza hacia su destino buscando cambios, buscando una serie de cosas.

De repente y sin quererlo te encuentras con estos que le hablo de frente y sin vaselina. Estos cambios de lo que le hablo se ven perfectamente cuando usted asiste a la boda del primer amigo/a, al terminar la carrera y hacerse la pregunta ¿y ahora qué?, o cuando acude al primer trabajo sería y comienza a echar de menos la vida de estudiante. Pues eso, estos cambios son los marcan la ley de vida, aunque los más viejos del lugar le digan “si yo tuviera tu edad”.

15 dic 2011

El Pelacaramelos

Ante dos productos que tienen las mismas funciones, la lógica dice que usted se quede con el mejor de ellos. No hay más, ni para mí, ni para usted, ni para nadie. Su decisión se basa en las características de dicho producto, si, jodido packaging que viene de fábrica. En la vida y en el ligar no hay moraleja, ni películas de dibujos animados donde el ogro se beneficia a la princesa, olvídese.

Situación, volvemos a esa noche donde los gatos se vuelven pardos, donde lo que es tocino a las 3 es jamón a las 6, ya saben. Volvemos al clásico del blog comer-beber-follar. No joda, es tan simple, es tan complicado. Esta historia vale para cualquier sexo, para cualquier gusto y condición, incluso para el protagonista del anuncio de Tresemmé.

Al turrón, nunca mejor dicho. Una noche, de esas dónde usted le entra al guapo o guapa de turno y sí, esta noche parece que sí. Se crece, saca todo el arsenal compuesto de: simpatía, algún  piropo (que oscila entre el gremio de la albañilería y Gala), e incluso se atreve con unos pasos de salsa. Ahí está usted conquistando pero pasan las horas y no termina de concretar, de culminar la jugada. Apuesta todo a esa baza, a una buena baza, ya no hay otros/as, ¡dame dos qué voy!. Mientras la otra persona se deja querer, le da bola para que usted siga, pero su decisión ya está tomada. Llega aun momento (suele ser al final de la noche) donde decirle darlo todo, saca el armamento pesado y se lanza. Ella con una sutil expresión le rechaza o le hace una cobra, se escuda en cualquier escusa del tipo: que tiene novio, es que mi amiga... y se larga a todo prisa con un “adiós, muy buenas”.

¿Qué ha pasado?
Pues que usted es un pelacaramelos. El Pelacaramelos es un derivado del Pagafantas pero concentrado en una sola noche. Usted ha sido utilizado como compañía para pasar la noche, para dar celos o para subir el ego. Está claro, ha sido el aperitivo, le ha puesto a tono (a ella y a su ego) para que otro/a (novio/a, follamigo/a o llámelo como quiera) se la beneficie, en esa misma noche, un tiempo más tarde. Permítame que le diga que usted ha sido el mal menor de esa noche. En otras palabras, usted ha pelado el caramelo para que otra persona se lo coma. ¿Y usted? Aturdido del semejante hostión, sin margen de maniobra, se irá a casa solo, multidestruido y con el calentón de un par de narices.

¿Pelacaramelos? No, Gracias
La moraleja está clara, no invierta más tiempo de lo necesario. No pierda el tiempo en los medios si no ve/intuye un buen fin. Es  fácil, si usted se da cuenta de esto, basta un “adiós, muy buenas” y a por el/la siguiente. Si no lo hace, ya sabe lo que es: un pe-la-ca-ra-me-los.

1 dic 2011

Radiografía De Una Verbena. El Final

…Vienen de Radiografía de una Verbena

Buenas Noches, ¡Bienvenidos!
Con esta canción viene la primera criba. Momento en el cual los más viejos del lugar se van/les echan a sus casas a dormir. Aunque todavía hay gente que se resiste a abandonar la verbena y busca asiento, que es algo así como estar pero no estar, vamos, lo que se conoce como anhelar la cama. Esto también vale para las parejas aburridas o para uno de los integrantes de la pareja que, mientras uno disfruta, el otro espera sentado un “¿nos vamos?”. Esto sucede alrededor de las 3 de la mañana.

Un poco más tarde, llega un momento crítico, chungo si me permiten la expresión, donde se mezclan los jóvenes, los aún más jóvenes que vienen del botellón (si hubiese) y los padres más animados. Ojo, los padres pueden ver a sus hijos borrachos y arrimando cebolleta o lo que es peor aún, ver al padre borracho sin sentido del ridículo delante de todo el mundo. En el panorama musical suenan clásicos españoles “Cien Gaviotas”, canciones latinas como “La Camisa Negra”, la canción del libro de la selva y algo flamenco “Sarandoga” o un clásico de los Chichos. Se produce el primer amago del co-junto de cantar “Paquito el Chocolatero” y ponen como excusa que el público está poco animado, es decir, que todavía no tienen el punto perfecto.

Momento “Mira a…”
Como bien apuntó una lectora del blog, cuando todo el personal va borracho hay personas que se dedican a criticar la vestimenta o el baile de éste o de aquel, ¿por qué? Porque no van alcoholizados, son unos aburridos o una mezcla de ambos, o sea, los que están sentados en la silla anhelando la cama. Comparten silla, con los niños de los padres fiesteros que han decido acostarlos juntando dos sillas y taparlos con la chaqueta del padre. Mientras tanto se produce el segundo amago del “Paquito el Chocolatero”.

El éxtasis
Hay un momento que se acerca a la perfección, en verbenas y borracheras es lo más, a partir de ese instante solo se puede decaer. La gente alcanza el punto álgido de la borrachera y el grupo toca la canción del momento, la que se baile con una coreografía jilipollescas, un “Danza Kuduro” o un “Waka Waka” donde los asistentes se emocionan y se gustan. Y si, ahora sí, suena acordes de pasodoble, aunque más que pasodoble es un himno “¡Paquitoooooooooo!” y ya saben lo que sigue, todos agarrados, arriba y abajo, posturas inverosímiles y a arrimarse a la persona de delante. Luego suena “Mi Caballo” para que no decaiga el ambiente de sopetón. Venga, la última y nos vamos resuena por el lugar.

Leña Recia
Segunda y última criba, las parejas fiesteras, los/las que han ligado se marchan. Ya solo quedan los que llegarán al final, las personas que no quieren en sus casas. Comienza a tocar canciones de Rock, música de quilates, Bon Jovi “Always”, AC/DC “Highway To Hell”, algo español como “Chiquilla” o algo latino “Clavado En Un Bar”. Si, usted, melómano lector, es de esos que salta con el dedo apuntando al cielo o simula tocar la guitarra o agarrar del hombro a su amigo (que ha conocido esa noche) para saltar juntos y no caerse de la borrachera que lleva, vamos, acto de exaltación de la amistad. El co-junto hace el amago de irse y tocan la última, para terminar “The Final Countdown”.

El Final
Una vez terminado esto, encienden las luces con la misma sensación de cuando abres la ventana por la mañana. Fogonazo de luz, ya la aurora despunta. Momento para los espectáculos varios donde los asistentes al evento toman el protagonismo. Y una vez terminado todo, queda recoger los papeles, desayunar y a la cama.