26 abr 2012

Todo o Nada


Sin embargo, reconozco que amo la monotonía de los sentimientos de la vida; y si tuviese aún la locura de creer en la felicidad, la buscaría en la costumbre”.
François-René de Chateaubriand.

Se vive como se come, se bebe y se práctica el sexo. Ah, y aunque sea tabú, como se ama. En este sentido y en este post, no quiero llantos, ni medias tintas, ni nada que se le parezca. Estos cuatro actividades son algo que hacemos diariamente. Es precisamente ahí donde se marca la diferencia.

Comer
Se come todo lo que a uno le ponen en el plato, absolutamente todo. De nada vale dejarse algo, de nada vale decir “no me gusta”, de nada vale no comerlo. Para comer se bebe cerveza, agua o vino. Bueno no, se come con vino y punto. Para comer se viste, y se viste correctamente, nada de quitarse la americana, nunca, bajo ningún concepto. En este sentido, hay que respetar a la comida, al comensal y al cocinero.

Beber
Al igual que comer, un hombre se bebe todo aquello que le pongan, y con más razón y compromiso si le invitan. Si le ponen whisky, pues whisky, si le ponen ginebra, pues ginebra, si le ponen ron, pues ron, y así con el vodka y demás. Y si le ponen un Malibú o Martini pues que sea en un cóctel. Si bebe que sea hasta que te harte y hasta que esté lo suficientemente lucido. Jamás puedes dar asco, pena o vergüenza. Es necesario saber cuando dos son pocas y tres demasiado.

Sexo
Porque si se folla, se folla hasta decir basta, hasta que esa mujer esté sedienta de placer. En este sentido, la misión de todo hombre es dar placer a la mujer. Luego de usted depende tener sexo con toda mujer u hombre. Pero una cosa, si le pone remilgos a la comida y a la bebida también les pondrás a las mujeres u hombres.

Amor
Permítame que durante unos renglones me lo salte. Si, usted –apreciado lector– aquí es el que mandan. En esta cuestión es fácil, se ama o no se ama. Los “es ques”, “peros” y demás no valen para nada. Porque cuando se ama, se ama y sólo es a ella. Porque cuando se ama, se ama desde el principio hasta el final –si es que lo tiene–. Y ya está, así de fácil, así de sencillo.

Que quiere que le diga, éste que escribe, tiene un confesión, y es que no hay mejor plan que: Jamón, Vino y Sexo, y si es con amor, mejor”.

En estas cosas, como en la vida, es cuestión de actitud. En “No, Gracias” no caben medias tintas, o es todo o es nada. Si se come se come todo, si bebe se bebe todo, si se tiene sexo hasta el saciarse, y si se ama. Ay, si se ama... En este post simple y banal van muchas cosas implícitas, cosas que todo hombre sabe y que sólo un caballero hace.


19 abr 2012

El Hombre Salido


Después del pasado post y de las hostias llovidas –pocas, me esperaba más–, es hora de hablar de los salidos. Si, esos que se follan a las feas. Este post trata de arrojar un poco de luz sobre ese tipo de personajes, para ello, he recurrido a la ayuda de una mujer (amiga y lectora), que de ésto sabe más que yo un rato.

“Sinceramente, durante muchos años de observación del sexo masculino, basándome en las variables hombres y neuronas se dividen de la siguiente manera:
  • Plurineuronales. Estos ejemplares escasean, y los que existen son, por su aspecto físico, incapaces de activar la libido de cualquier mujer que se precie.
  • Unineuronales. Los encontramos en abundancia, aunque es difícil encontrar entre ellos alguno con el merezca la pena poner en marcha nuestra la libido. Es aquí donde reside, el más patético grupo de especie masculina: los salidos”.

Por lo tanto, usted varón, si es listo no folla, si es tonto tampoco, y si es un salido menos aún.

“Es difícil identificar a los salidos por su apariencia, ya que un salido puede esconderse detrás de un veinteañero como de un cuarentón o sesentón. Detrás de un cateto de pueblo o de un pijo sibarita de una gran urbe. Detrás de un muerto de hambre o de un ricachón. Eso si, cuanto más viejo más salido, más cateto más salido y más pobre más salido”.

Mujer, le quedan dos opciones:
  • Pasarse a las mujeres. Son las que mejor os van a entender.
  • Conformarse. Eso sí, ya que se conforma, que sea plurineuronal, joven, pijo y que tenga dinero. Es un mal menor. ¡Ah, y qué follen bien!.

“Es complicado evitar vivir en nuestras carnes los absurdos comportamientos de un salido. Todos los tíos llevan, en mayor o menor grado, un salido dentro. Por ejemplo:
  • No os ha estropeado vuestro novio un romántico momento comportándose como un auténtico salido.
  • Vuestro amigo no os ha dado esquinazo cuando más lo necesitaba porque el salido que lleva dentro se ha apoderado de él y se ha ido a resolver unos “asuntos” con alguna chica.
  • Vuestro, santísimo padre, no hay hecho algún comentario de salido al cruzarse con alguna chica ligerita de ropa”.

Tres cosas:
  • Al novio, en temas amorosos, un hombre sólo piensa en follar, todo lo demás es accesorio y es un camino para...
  • Al amigo, refranero español “tiran dos tetas más que dos carretas”. Esto es aquí y en todos lados.
  • Al padre, hombre como mucho le habrá dicho “tápese que va a coger una pulmonía”. Pero si, si es así  y depende del comentario puede dar hasta grima. Desde aquí reinvindico ¡qué vuelva el piropo español de antaño!.
Antes sola que un salido, por lo tanto, salidos “No, Gracias”.

Gran conclusión. Gracias a ti, mujer.

Señores, espero que hayan anotado toda la información que se deriva de esta aportación. Ahora va el post propio, el que desde mi ignorancia he escrito. Lógicamente yo no he tenido que padecer a ningún hombre salido en mis carnes.

Definición
Un salido es un picha triste, eso es así, porque si no hay vino de borgoña, bebe vino Don Simón. Así que rotundamente no, porque ser pesado o salido no es de ser un hombre de provecho. Un salido es tipo como Howard Wolowitz pero menos listo, más asqueroso y con menos encanto. En su versión español, un Pajares o un Esteso (¡Qué vienen las suecas!). El salido va acompañado de adjetivos tan lindos como baboso, pesado…

A un salido, lo conocerás por sus actos. Un salido es:
  • Aquel que va dando vueltas por la discoteca y se va situando al lado de los grupos de mujeres. Lógicamente, primero las guapas y luego las simpáticas
  • Aquel que en un grupo le tira los tiestos a todas ellas. O sea, empieza por una, si le dice que no, sigue con la amiga, si ésta dice que no, sigue con la otra amiga… y así hasta que se completa el grupo.
  • Aquel que se cree ligón y galán. Creerse algo ya va mal. Ligón bueno, tiene un pase porque no lo demuestra. Pero, creerse galán no, por favor no. Un salido galán es aquel que, por ejemplo, al intentar conquistar y hablar a una mujer, la coge de la cintura.
  • Aquel que es pesado e insístente hasta decir basta.

Por la noche
El salido es de esa clase de hombre donde lo que prima es ligar, sea como sea, sea con quien sea, sea donde sea. Son de esos que dicen que “toda mujer tiene un 5”, ya saben “mejor follar que masturbarse”. Si sale y no liga, es una tragedia, una noche perdida, una desgracia, ya que su poco ego desaparece. Para ellos, la mujer es un mero medio para llegar a su fin: follar y ser reconocido por los amigos como un “fucker”.

La estrategia de la tómbola
En una tómbola es difícil, muy difícil que te toque el premio gordo (en este caso, la tía buena), pero hay que jugar. Cuánto más boleto juegue más posibilidad tienes de que te toque. Por ello, le tira a todo el grupo de amigas. Hay un día que puede sonar la flauta y llevarte al pibón de turno. Con suerte un perrito piloto (mujer aceptable), pero la gran mayoría a casa solito. Pero eso sí, ¡cuántos más boletos más posibilidades!.

Al día siguiente
Al día siguiente  comentará las jugadas que le hizo ella o a ella –va a contar lo que a él le interese– a sus amigos, donde él quedará como el macho alfa. Si, cuando termine contigo –mujer–, escribirá tu nombre en un papel, lo colocará en su lista de trofeos, si eres un pibón será en un lugar visible, si eres fea escondida y si eres un ogro te meterá en el armario. Eso es así, porque todo al fin y al cabo es ley de vida.

12 abr 2012

Bueno, Es Simpática

El otro día hablaba con un amigo sobre relaciones y asuntos de alcoba con mujeres poco agraciadas. En un atisbo de sabiduría popular me dijo “para torear en La Maestranza hay que torear en plazas de segunda”. Perplejo, ojiplático y absorto, tardé en reaccionar –todo hay que decirlo – pero comencé a darle vueltas.  La frase en cuestión tiene mucha tela que cortar, así que, traje de luces, montera, capote, espada y al toro. En este post “Bueno, es simpática” nos centraremos en las plazas de segunda, o sea, en las feas.

Usted –caliente lector– tiene un ogro escondido en el armario, porque todos los hombres tienen un ogro que ocultar. Es decir, todos los tíos tienen una tía fea con la cual se han acostado y la tienen escondida, vamos, que no alardean de ello, más bien todo lo contario. Así que, antes de nada les pongo en situación.

Hora trágica, 6 de la mañana, en cualquier antro, ahí está usted: soltero, borracho, caliente, sin ligar, acordándose de aquella novia que tuvo y no ha conseguido olvidar, y sintiéndote la mayor mierda que pisa la tierra. De repente, aparece ella –la fea–, que ya saben “lo que a las 3 de la mañana es tocino, a las 6 es jamón”, ¡Bendito alcohol!.

¡Por Dios, si lleva unos zapatos blancos!
Para usted, ahora mismo, ella es la mayor belleza que pisa la discoteca. Ella es como un trozo de madera en un naufragio, un clavo ardiendo (ya me entienden), se agarrará a ella como si le fuese la vida en ello. Porque si, porque ellas deberían ser recetadas por la Seguridad Social ante momentos largo de abstinencia y/o de calentón extremo. Aunque eso sí, alertando de los efectos secundarios, que en el momento del flirteo no importan, pero luego se tienen:
  • Vergüenza propia o ajena.
  • Risas, bromas y burlas de tus amigos y/o compañeros de fiestas (durante y después del acto).
  • Preguntas sin respuesta
  • Maldiciones
En la discoteca donde usted le está dando besos y magreando, mientras sus amigos se ríen de usted y le intentan persuadir para que ceje en la humillación. Le advierten con gestos y palabras que pare que “es muy fea”, pero ya no hay marcha atrás. De la discoteca a su casa (sea discreto, cuánta menos gente le vea, mejor), y de ahí a "xxxxxx". Al día siguiente suceden los dos momentos apoteósicos:

Al despertar
Cuando usted despierta, gira la cabeza y la encuentra a su lado durmiendo. Levanta las sábanas y si, desnudos, con todo hecho. Momento de “tierra trágame”, de preguntas varias, arrepentimientos, maldiciendo el alcohol. Situación incómoda donde lo mejor que le puede pasar es huir (no hay otra palabra más adecuada) sin que ella se despierte. Bastante humillación tiene todo lo anterior.

Con los amigos
El momento cumbre de todo sucede con los amigos, donde deberá a responder a sus preguntas, pero sobre todo a esta: ¿cómo te pudiste liar con la fea de ayer? Típicas respuestas/escusas que suelta “el fucker”:
  • El día me pilló inspirado (¿inspirado?) o dio la casualidad (¿casualidad?). Tiene las tetas grandes o tiene un buen culo (No, no es suficiente).
  • La mejor respuesta: bueno, es simpática. ¿En serio? ¿Piensas eso? ¡Vega ya!.
Un no rotundo a todo lo anterior. Le voy a contar lo que le pasó realmente: “el fucker” tenía un calentón de un par de narices, y esa era la única solución, solución de emergencia, pero solución al fin y al cabo. Bueno, era eso o la masturbación, que como complemento está bien pero como única solución es triste. Así que no hay más, te has liado con una fea porque estabas caliente como una perra.

Así que para concluir dos cosas:
  • Primero, usted aguante el tirón y la guasa de sus amigos, que como dicen en mi pueblo “más vale conejo sucio que dos pajas limpias”.
  • Segundo, hay algo peor todavía, y es que el ogro te rechace. Entonces si ¡tocado y hundido!.