“Sin embargo,
reconozco que amo la monotonía de los sentimientos de la vida; y si
tuviese aún la locura de creer en la felicidad, la buscaría en la
costumbre”.
François-René de
Chateaubriand.
Se vive como se come, se bebe y se
práctica el sexo. Ah, y aunque sea tabú, como se ama. En este
sentido y en este post, no quiero llantos, ni medias tintas, ni nada
que se le parezca. Estos cuatro actividades son algo que hacemos
diariamente. Es precisamente ahí donde se marca la diferencia.
Comer
Se come todo lo que a uno le ponen en
el plato, absolutamente todo. De nada vale dejarse algo, de nada vale
decir “no me gusta”, de nada vale no comerlo. Para comer se bebe
cerveza, agua o vino. Bueno no, se come con vino y punto. Para comer
se viste, y se viste correctamente, nada de quitarse la americana,
nunca, bajo ningún concepto. En este sentido, hay que respetar a la
comida, al comensal y al cocinero.
Beber
Al igual que comer, un hombre se bebe
todo aquello que le pongan, y con más razón y compromiso si le
invitan. Si le ponen whisky, pues whisky, si le ponen ginebra, pues
ginebra, si le ponen ron, pues ron, y así con el vodka y demás. Y
si le ponen un Malibú o Martini pues que sea en un cóctel. Si bebe
que sea hasta que te harte y hasta que esté lo suficientemente
lucido. Jamás puedes dar asco, pena o vergüenza. Es necesario saber
cuando dos son pocas y tres demasiado.
Sexo
Porque si se folla, se folla hasta
decir basta, hasta que esa mujer esté sedienta de placer. En este
sentido, la misión de todo hombre es dar placer a la mujer. Luego de
usted depende tener sexo con toda mujer u hombre. Pero una cosa, si
le pone remilgos a la comida y a la bebida también les pondrás a
las mujeres u hombres.
Amor
Permítame que durante unos renglones
me lo salte. Si, usted –apreciado lector– aquí es el que mandan.
En esta cuestión es fácil, se ama o no se ama. Los “es ques”,
“peros” y demás no valen para nada. Porque cuando se ama, se ama
y sólo es a ella. Porque cuando se ama, se ama desde el principio
hasta el final –si es que lo tiene–. Y ya está, así de fácil,
así de sencillo.
“Que quiere que le
diga, éste que escribe, tiene un confesión, y es que no hay mejor
plan que: Jamón, Vino y Sexo, y si es con amor, mejor”.
En estas cosas, como en la vida, es
cuestión de actitud. En “No, Gracias” no caben medias
tintas, o es todo o es nada. Si se come se come todo, si bebe se bebe
todo, si se tiene sexo hasta el saciarse, y si se ama. Ay, si se
ama... En este post simple y banal van muchas cosas implícitas,
cosas que todo hombre sabe y que sólo un caballero hace.
*Me pueden llamar clásico y demás, pero es lo que hay. Así que, nos vemos en los años 20 por las calles de New York.
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