Hoy estrenamos sección “Nostalgía” referente a lo que éramos antes y que el tiempo en su lógica evolución ha cambiado. Y es que como dijo Charles-Maurice de Talleyrand “Hombre de otro tiempo, sentía como me iba volviendo extranjero en aquel en que vivíamos”. Prácticamente con los post de esta sección ocurrirá lo mismo. Hoy, los bares de antes.
“Se bebía alcohol y se fumaba tabaco”
Ni lugar lúgubre, ni para viejos, ni demás soplapolleces. El bar de antes era un bar con solera, con personalidad, auténtico. Porque en los bares de antes se bebía alcohol y se fumaba. Se fumaba, y se fumaba Ducados, Celtas Cortos o tabaco de liar que el propio parroquiano había sembrado. Solo se bebía leña recia, vino o mostillo, copas de anís del mono, de coñac, o de ambas, “sol y sombra”, en la cual las cervezas venían a ser una “mariconada, y lo “sin” no existe. Lo light, lo sin alcohol o lo zero azúcar, te lo metías por el culo.
“Sabor añejo”
El olor del lugar era una mezcla entre olor a campo de los agricultores, sudor, colonia Varón Dandy de los que vienen duchados y por supuesto, fritanga. Y señores, nadie se quejaba. El artículo preferido, las botellas de la Casera antiguas, con el tapón cogido con alambres, sencillamente genial.
“Evolución Hambruna”
En los bares de hoy, los platos son grandes y de diseño, la comida también de diseño, tan bien presentada que da pena comérselo pero, lo que es comida, poca. Los primeros tienen una combinación de sabores que hará que tu paladar sea una orgia, será toda una experiencia. Los segundos, bocadillo de lomo o de jamón o unos huevos fritos y no se servían en plato, se servían en papel.
“A tomar por culo tanto Marketing”
Ahora los camareros se llaman barmans, visten de negro, van con delantal, se peinan a lo Justin, tienen gafas de pasta, hablan raro y te toman nota con una pedea. Los clientes se creen que son exclusivos por vestir de Zara, tener un Smartphone y ver Mad Men, cuando lo que parecen es una panda de estirados. Antes eran, taberneros. Te tomaban nota en una libreta o en una servilleta. Y sus clientes, eran parroquianos y tiraban piropos y miradas a cualquier niña guapa.
“Antes si era minimalismo”
En el bar de antes la decoración no estaba a la última, con cuadros de diseño ni pinturas en la pared. Antes te encontrabas dos objetos decorativos esenciales: el calendario del Real Madrid y el calendario de una “tía en pelotas”.
El ejemplo
El ejemplo perfecto es el de los cuartos de baño. Ahora los cuartos de baño parecen los de un hotel y se mezclan machos con hembras. Antes, un agujero en el suelo y rapidito.
No, Gracias
El bar de antes fue lo que fuimos. De los que ahora nos daría vergüenza ir. El bar de antes era un sitio donde se era auténtico. Un lugar del cual formaba parte de ti y te sentías orgullo de que fuese así.
*Vivan los bares, sobre todo por fuera.
ResponderEliminar**Cualquier sugerencia, duda, problema o comentario por Facebook o Tuenti.
jajaj, me han encantado tus dos detalles esenciales...
ResponderEliminarAquí tienes.
ResponderEliminarhttp://franrejon.wordpress.com/2011/05/26/sugerencia-de-hoy-no-gracias/
Muy bueno este guiño a los bares de antes! aunque, lo mejor es la variedad y debe haber de todo, de hecho ahora en muchos aspectos se está volviendo a "lo de antes" -menús diarios, platos de cuchara, adiós a las salsas y las espumas...- y con la que "está cayendo", bares y tabernas son los más solicitados. Saludos.
ResponderEliminarLa variedad es libertad y es bueno que se vuelva, en cierto modo, a lo de antes, hay cosas que no se deben de perder.
ResponderEliminarClaro, justo, es a lo que me refiero! Por supuesto, hay muchas cosas que no hay que dejar en el olvido, pues forman parte de nuestra cultura, de nuestras raíces...
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