14 jul 2011

Nostalgia. Las Bodas de Antes

Antes de que el puto Protocolo, la imagen y el aparentar invadieran las ceremonias nupciales, existían otro tipo de bodas. Bodas donde solo había dos cosas importantes, los novios y celebrar un día con tu gente, bueno, con todo el pueblo. No tenga dudas, si ayer se hubiese comportado como hoy, le hubiesen llamado “estirao”. Así que lea esto, agache la cabeza y asiente con la cabeza.

La ceremonia
Las bodas eran como “Dios manda”, o sea, por la iglesia, ni por lo civil, ni por el rito balinés ni al estilo ibicenco, nada. Antes el matrimonio era para la toda la vida, ya sabe “hasta que las muertes os separe…”. Ahora, fíjese como estas las cosas que hasta se celebra la despedida de casado/a.

La vestimenta
Antes una persona iba bien aseada y con sus mejores galas, camisa, pantalón y zapatos ¿pasaba algo? Ahora no, ahora es de traje, para los más pijos el frac, con corbata y demás cursiladas. Para las mujeres, cada boda es un vestido nuevo, complementos, tocados y pamelas… O sea, que ahora se visten como los ricos pudientes de antaño.

El convite
Usted llegaba a la comida, antes llamado convite, y allí estaba el señor churrero haciendo churros. ¿Fritanga? No, costumbre. Ahora los asientos son nominales y las mesas llevan nombre o número. Antes mesa corrida y mantel de papel, usted se sentaba donde y con quien le salía de las pelotas. La comida, ni platos individuales, ni diseño, ni mucho menos cocina molecular. Platos al centro: carne en salsa, gambas, frutos secos, embutido, croquetas y como mucho arroz. Ahora te vas “enmallao” y antes bien amortizado. Si te ensuciabas en boquino recortabas un trozo de mantel y listo. No hay champagne había sidra, ni coñac maltés había solysombra, ni vino de reserva había mostillo. También está la opción de celebrar el convite en la casa de los novios ¡toma esa catering!.

Los niños
Para los niños no había una boda alternativa, ni menú especial, ni clown, ni catillo hinchable ni ostias. Los niños de antes comían lo mismo que los mayores, se encargaban de tirar garbanzos, molestar a los borrachos para divertirse, hacer travesuras y echar carreras con las cajas de los refrescos.

La música
Para la música, ni grupos, ni disk jockeys, un altavoz un cinta (casette) y a bailar por coplas, pasodobles, sevillanas y rumbas, los grandes entre los grandes, Manolo Escobar o Junco, y como no, la canción del verano. Va a comparar usted el “Tractor Amarillo” o “Los Pajaritos” con una “Rabiosa”.

Conclusión “No, Gracias”
Se olvida quiénes somos y de dónde venimos, importa más quienes queremos ser y a donde queremos llegar, pero ¿A dónde vamos a llegar? Como están las cosas ya mismo es la novia la que coge en brazos al novio y sino al tiempo. En fin, como dice la canción “Ya no queda nadie de los de antes y los que hay han cambiado”, ley de vida.

3 comentarios:

  1. y encima ahora uno ya ni siquiera se casa por amor, sino para desgravar a hacienda!,...
    ...mucho circo pero poco de lo esencial,...aquello que dicen es invisible a los ojos.

    ¿que a dónde vamos?...pues no sé, pero que se pare el mundo que yo me bajo!...

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  2. O para pagar una hipoteca. Usted lo ha dicho, mucho circo y poco de lo otro. Debería de haber cosas que no cambiasen nunca.

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  3. cuanta razón veo en estas palabras!!!y más aun teniendo dos...ceremonias que no bodas, en dos semanas.

    el día que yo me case, que Dios no lo quiera!!!me acordare de este pequeño blog, que lo sepas!

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