12 jul 2011

Las Conclusiones del Síndrome

Si usted no ha visto leído el Síndrome Obregón y el Síndrome Rivera le aconsejo que lo haga para que pueda comprender este post. Una vez hecha la aclaración pertinente, a continuación se exponen las principales conclusiones:

Las Personas con el Síndrome
Las personas que el síndrome no se quieren ellas mismas porque no saben quiénes son, ni que quieren ni mucho menos cual el papel a desempeñar respecto a una relación. Viven en una eterna huida hacia delante, en que un clavo quitará a otro clavo y así sucesivamente. Huyen de la búsqueda de soluciones, peor, huyen de sus propios miedos, de sus propias fobias, huyen de lo que son. Por lo tanto, si no saben quienes son, ni lo que quieren, ni siquiera se quieren ellos mismos no podrán tener una relación sentimental. De ahí la continua huida hacia delante.

El paréntesis
Un paréntesis, tantos años de evolución, de nuevas generaciones, de teorías, de liberación de la mujer, de feminimismo, de igualdad, de discriminación positiva, para que todavía a día de hoy, para la sociedad una mujer que liga y está con muchos hombres es una puta y ellos son unos endiosados “fuckers”.

El engaño anticipado
En toda relación que empiezan estas personas con el síndrome saben y son semiconscientes de que va a tener un final si o si, de que no va a llegar al puerto que es relación estable con final feliz, ya saben. No digo que todas las relaciones tengan que tener ese final pero si sería oportuno que la otra persona supiera que lo acaban de empezar va a terminar. No es por nada, ni por capricho, es simplemente para que no jueguen con la ilusión y los sentimientos.

La pareja del Síndrome
La posición de la otra persona, a la otra persona les digo que pidan el libro de reclamaciones porque esto no fue lo que ustedes “compraron”, no pretendan rescatarlo/a ni mucho menos creer que va a ser usted la última persona. Si le hicieron creer que es una relación en toda regla, es una estafa en toda regla porque no han “comprado” amor, a ustedes les vendieron “miedo”. ¿Miedo? Si, miedo a la soledad, a ellos mismos, miedo a lo jodida que es a veces la vida. Usted también debería asumir parte de culpa (establezca usted el %) porque también le digo que “no hay más ciego que el que no quiere ver”.

Conclusión “No, Gracias”
Perdonen que les diga que estas personas de tanto “querer” se les ha olvidado su auténtico significado, lo han desgastado, lo han mal utilizado hasta llegar a desvirtuarlo, incluso han perdido la fe en ellos mismo y en el querer. Por lo otra lado, para empezar bien tendrían que empezar a quererse ellos mismo porque quererse a uno mismo es superar los miedos, los propios problemas lo grandes, los pequeños y los del día a día. ..

1 comentario:

  1. Y egoistas! y es que lo que les mueve es su gran gran egoismo, en el mal sentido de la palabra! Primero ellos, segundo ellos y tercero ellos, así que al menor indicio, lo mejor, salir corriendo!

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