¿Y Entonces Qué?

Qué si estás harto del trabajo o los estudios, o peor, de estar en paro. Si estás harto de los políticos y su corrupción. Odias la crisis por sus consecuencias. A los banqueros por sus avaricias. Si no encuentras pareja o estás hasta el miembro de ella. Si a día de hoy has dejado de creer. Si lo que ves en los medios te la suda, si…. Si estas hundido en la mierda. Déjalo, deja de pensar en ello, mejor, deja de pensar. ¿Entonces?

“…pero la vida es corta:

Viviendo todo falta

Muriendo todo sobra”.

Lope de Vega

Sinceramente, ¿usted cree que va a venir aquí a que yo trate los temas antes citados o los que dije al principio del blog?, ¿para qué? Para seguir moviendo mierda. Que sí, que no digo yo que esto sea siempre Sodoma y Gomorra, no. Consiste en que usted mande esos temas, durante un tiempo o solo un ratito, a cagar.

No le voy a mencionar grandes slogans, no le voy a dar consejos ni frases de ánimos, no le daré soluciones, ni trataré de engañarle ni de ilusionarle. No le voy a decir que se olvide del problema, ni que no busque soluciones. Le propongo que evada el problema o que al menos lo intente, que como buen hedonista intente buscar el placer, y que mire a su lado y sea consciente de lo que tiene.

El placer más banal

El placer más banal está en beber, en comer, en follar… porque el tiempo pasa pero hay cosas que afortunadamente no cambian, ya lo dijo Aristófanes en Los asambleístas, pero se lo podía haber dicho un colega a otro, recuerda “portan los bultos sobre sus cabezas igual que como antes…Les gusta el vino bien puro igual que como antes. Les encantan que las follen igual que como antes”. El placer intelectual con un libro, una canción, una película...

El placer sentimental

El anterior también le vale. Busque el placer de los sentimientos, esos que se ganan por mérito y no por dinero. Ese placer que encuentras en la sonrisa de su hija cuando le haces una carantoña, en el te quiero de su mujer, en el abrazo de un amigo o en una comida con su familia.

Conclusión “No, Gracias”

No hay más. Verdaderamente, esas son las cosas que importan y la crisis y los problemas durante ese momento se la metes por el orto al político o al banquero de turno. A pesar de todo, saldremos adelante.